Te encuentras en medio de una villa de marcado carácter pirenaico, situada dentro del Parque Natural de las Cabeceras del Ter y del Freser. Estamos a la sombra de una de las montañas más emblemáticas de El Ripollès, el Taga; ¡somos la puerta de entrada a un sinfín de actividades! El pueblo respira aires románicos y calles de piedra donde la historia ha marcado el presente. Pardines te ofrece un entorno lleno de posibilidades en pleno valle de Ribes…
El nombre de Pardines tiene su origen en la palabra latina parietinas, que significa «ruinas de un edificio». Otras teorías lo derivan de otro término latino, pratum, «prado, pradera, lugar donde crece hierba». La voz medieval pardina, que tiene como derivado pardinella, querría decir «tierra de pastizales». Pardines aparece citado ya en el siglo x, concretamente en el testamento de una monja de Sant Joan de les Abadesses, del 18 de abril del año 938.
Pardines fue un pueblo amurallado y aún son visibles los restos de una de las puertas por las que se accedía a la villa. Actualmente, se conservan muestras de la antigua muralla con aspilleras en la plaza del Pedró y a lo largo de la calle Major.
Iglesia románica reformada durante el siglo xviii. Su orientación sigue el eje norte-sur, cuando lo habitual es de este a oeste. ¿Te has fijado en su singular torre semicircular?
Iglesia del siglo xii situada en el poblado de Puigsac. Consagrada a petición de los habitantes para facilitar el culto a los que vivían en las masías más aisladas. En el siglo xviii se añadió la fachada oeste.
El valle de Ribes es tierra de leyendas y fenómenos inexplicables. Un ejemplo de ello es la ermita de la Mare de Déu del Roser. Fue restaurada por discípulos de Mauner en el año 2008. ¡Conoce su leyenda en el panel que encontrarás en la ermita!
Fuente emblemática de Pardines, situada bajo la casa de Cal Ferrer, a la que debe su nombre, y construida en 1851. Contempla sus arcos de piedra pómez y el gran abrevadero.
Desde principios del siglo xx, los lavaderos de los que disponía el poblado permitían lavar la ropa en una corriente «domesticada» y ahorrarse tener que hacerlo en un medio cambiante como es el río.
Fuente emplazada en lo alto del pueblo, en la confluencia de las calles de Dalt y de la Font; de ahí su nombre. Parada obligatoria para los que se dirigen hacia el Tos o el Puig Cerverís.
Pozo de hielo usado desde el siglo xvi al xviii para congelar y conservar alimentos, que aprovechaba el desnivel natural y la inercia térmica del terreno. Tiene planta circular y estructura cilíndrica.
Un lago importante para la reproducción de anfibios de montaña y punto de abrevadero para la fauna salvaje local.
Estanque donde se está recuperando la espiga de agua (Potamogeton natans) y el pixaví muntanyenc (Sympetrum vulgatum), una especie de libélula. Espacio de alto interés medioambiental y que debemos preservar entre todos.
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