Es un yacimiento arqueológico de un antiguo tejar u horno de producción de tejas y ladrillos, situado a unos 200 metros sobre el paraje de la Tosca. En este proyecto de recuperación del patrimonio han participado los vecinos y vecinas del pueblo junto con diferentes instituciones científicas.
Se trata de una edificación de planta cuadrangular con piedra seca, disponiendo básicamente de dos espacios separados por la parrilla: la zona inferior con el horno, y la superior, la zona de cocción, donde se colocaban los materiales a cocer, tejas y ladrillos.
Se cree que su funcionamiento no era regular como una vacuna a nivel industrial, sino que obedecía a la necesitados de tejas y ladrillos que tenía el pueblo.
Muy cerca, encontrarás el paraje “La Tosca del Pinetar”, una formación rocallosa de varias decenas de metros de grosor que se ha ido formando a partir de la lenta y continua deposición del carbonato de calcio disuelto en el agua de la fuente de la Tosca, dejándonos un increíble salto de agua donde la roca atrapa los restos vegetales que toman las formas de tallos y hojas.