«Edificio construido en el siglo XII, al que posteriormente se le añadieron las capillas laterales y la sacristía. El edificio presenta una única nave, cubierta con bóveda de cañón apuntada, y culminada con un ábside, descentrado respecto al eje central. Los muros, tanto en el exterior como en el interior, presentan diferencias en el tipo de piedra utilizada y en la decoración. La fachada tiene una portada que aún siendo más discreta, recuerda a la de Sant Cristòfol de Beget; se pueden contemplar cuatro ménsulas que indicarían la presencia de un cubierto para proteger la entrada en un tiempo pasado. El campanario es de torre cuadrada con cubierta piramidal pero originalmente era de espadaña. Destacamos también el herraje de la puerta.
El elemento más interesante del interior de la iglesia es el frontal del altar de madera, el único de la comarca que se conserva en el lugar donde fue creado. Muy destacable el fondo estocado, poco frecuente en los altares románicos. Hay representado el Pantocrátor, circunvalado por la almendra mística y los símbolos de los evangelistas. En ambos lados podemos apreciar los episodios de la vida de Sant Esteve: la ordenación diácona y la lapidación, y a la derecha, el momento en que es revelado el lugar donde fue enterrado y la localización del sepulcro.»