«Situada dentro del Parque Natural de las Cabeceras del Ter y del Freser. Estamos a la sombra de una de las montañas más emblemáticas de El Ripollès, el Taga; ¡somos la puerta de entrada a un sinfín de actividades! El pueblo respira aires románicos y calles de piedra donde la historia ha marcado el presente. Pardines te ofrece un entorno lleno de posibilidades en pleno valle de Ribes.
En el pueblo, encontramos la Isglesia de Sant Esteve de Pardinas. Quedan pocos restos del edificio original románico. Tan sólo podemos observar un ábside, más estrecho que la nave, que durante el siglo XIII fue convertido en la base de una torre de defensa. El interior de la iglesia fue reformado durante el siglo XVIII y en una de las capillas laterales del muro este se esconde el ábside románico central. Es curioso el hecho que la iglesia esté orientada siguiendo el eje norte-sur, debido a que lo habitual es de levante a poniente.
Junto a la iglesia, en la plaza del Pedró y a lo largo de la Calle Mayor, se conserva una pared, con las aspilleras, las murallas del antiguo recinto fortificado, llamado castillo o «»fuerza de Pardines»». Las murallas fueron construidas a principios del siglo XIV, cuando Pardines pertenecía al Reino de Mallorca. Partiendo de la pared de la iglesia, las murallas rodeaban y protegían todo el pueblo; tenían adosadas cuatro torres semicirculares levantadas desde el mismo nivel del suelo y rasguños al muro fortificado posterior. En 1690, las tropas francesas de Luis XIV las derruyeron.»