Etapa 5 :

Ribes de Freser – Ripoll

El último tramo se desarrolla en el corazón de un paisaje de media montaña, en un terreno cada vez más emboscado. Una última subida bastante larga nos lleva hasta Sant Julià de Saltor, seguida de una bajada más o menos gradual, un «picado» progresivo hasta Ripoll que cierra la etapa y la ruta.

 

Bruguera

Aldea más importante del término municipal de Ribes de Freser, era municipio hasta mediados del siglo XIX. Situado al pie de la vertiente occidental de la montaña del Taga, en la cabecera del arroyo de Bruguera, afluente del Freser.

Bruguera constituye un grupo de masías y casas rurales, distribuidas alrededor de la iglesia parroquial. Esta es una configuración representativa de un pasado agrícola y ganadero bastante significativo y muy antiguo. Así, la iglesia románica de Sant Feliu y su macizo campanario de torre, ya mencionada el 1092, agrandada y transformada en el siglo XVIII como muchas iglesias de la comarca en esta época, es el patrimonio edificado principal.

El microclima de Bruguera, más cálido que en el resto del valle, ha permitido la existencia del cultivo de algunos tipos de frutales que no son comunes en el valle.

Origen del nombre: «Bruguera» deriva del latín vulgar brezo, y designa en catalán una mata de brezo, indicando la abundancia en este lugar.

 

Sant Julià de Saltor

Antigua parroquia agregada al municipio de Ogassa, conocido por la explotación de minas de carbón de piedra, ahora clausuradas. Situada al pie del Puig de Sant Amand, en la parte alta del Torrent de Can Maiols, en el sector de poniente del término.

El lugar de Saltor, muy antiguo, ya pertenecía el 890 al monasterio de Ripoll. La iglesia (primitivamente del siglo XI), con bóveda románica y un pequeño campanario de torre, abierta y abandonada, se encuentra unida a la rectoría que el Club Excursionista Pirenaico de Ripoll convirtió en refugio de montaña en 1959. Antiguamente, San Julián de Saltor no era únicamente un centro religioso, sino que sus feligreses se reunían en asambleas para tratar los asuntos que afectaban todo el término. Del mismo modo, el Castillo medieval de Pena, que coronaba el Puig de Sant Amand vecino, era entonces el centro histórico de los alrededores.

Origen del nombre: «Saltor» derivaría de la suma entre el vasco sintçorr y el latín saltus que son casi sinónimos, designando un lugar montañoso, escarpado y emboscado.

 

Ripoll

“Entre el secano y el humedal, como la villa de Ripoll en medio de dos aguas”. Canigó, Cant VI – Jacint Verdaguer

Aquí acaba el Camino de los Orígenes que enlaza las comarcas del Conflent y del Ripollès. Capital de comarca, en la confluencia montañoso de los ríos Ter y Freser, Ripoll es una ciudad-cruce con un pasado muy rico y emblemático de la historia de Cataluña: se la considera como una de las cunas del país, centro neurálgico de la llamada Cataluña Vella, la Cataluña medieval de los orígenes. La vida campesina y la ganadería por un lado, y la industria del hierro, las forjas catalanas, de otra, la han dotado de un patrimonio etnográfico más que notable.

El conde Guifré el Pelós, figura tutelar compartida por las comarcas hermanadas del Camino de los Orígenes, nacido en Rià y enterrado en Ripoll, fundó en esta ciudad, en el año 879, el Monasterio Santa María que guarda su tumba. El edificio, muestra muy relevante del arte románico catalán, llegó a su máximo esplendor en manos del Abad Oliba, que también dirigía San Miguel de Cuixà el Conflent. El monasterio destaca especialmente por su portada del siglo XII, también conocida como la «Biblia en piedra», para representar diferentes escenas y personajes bíblicos (Moisés, los reyes David y Salomón, los profetas Jeremías y Daniel). Se ha presentado candidatura para que la portada se declare patrimonio mundial de la UNESCO.

Origen del nombre: «Ripoll» derivaría del latín Rivus Populorum (río de chopos) o Rivus Pollens (río pujante).