Etapa 1:

Ria – Vernet-les-Bains

El primer tramo conflentí se desarrolla en un terreno bastante abierto, excepto unos cuantos segmentos con bosques, y se compone de subidas graduales y de pocas bajadas. Excepto por la llegada a Vernet.

Rià
«Del castillo de Arrió baja a la orilla, atraviesa la Tet de una zancada, y como bandadas de blancos torcaces que quieren voz de Cirac y Taurinyà las casas». Canigó, Canto II – Jacint Verdaguer

Aquí arranca el Camino de los Orígenes que enlaza las comarcas hermanadas del Conflent y del Ripollès. Esta ruta transfronteriza con una cultura común une dos cunas de Cataluña: el pueblo de Rià y la villa de Ripoll, pasando por lugares de alto simbolismo como la abadía de San Miguel de Cuixà y el santuario de Núria. Es un camino montañoso de paso y de intercambios humanos a lo largo de su historia, por los vínculos entre familias, los encuentros y las encuentros festivos, las trashumancias, las migraciones de trabajo y los exilios.
Al pie del mítico Canigó, es el castillo de Rià -del que se puede visitar las restos- donde nació Wifredo el Velloso (840-897), Conde de Conflent, Cerdanya, Urgell, Besalú, Girona y Barcelona. Fue enterrado en Ripoll, en la otra punta del Camino de los Orígenes. Es mito fundacional y unificador de Cataluña y su figura se convirtió en legendaria: en su lecho de muerte, dicen, cuatro dedos con su sangre pasados ​​sobre su escudo dorado, sirvieron para
crear la bandera catalana milenaria, llamada «Senyera».

Origen del nombre: «Rià» derivaría del nombre propio latín Arrius, y designaría una propiedad agrícola de la época romana.

 

Cirac
«De la cueva de Cirac ya se rumbegen por la entrada, como una barca en un lago donde las hadas hacen colada». Canigó, Canto VI – Jacint Verdaguer

Antigua parroquia agregada al municipio de Rià desde el siglo XIX. A la derecha del río Tet, alrededor de la iglesia de San Clemente, antigua posesión de la abadía de San Miguel de Cuixà, es un rellano en una colina de cara al Canigó.
La aldea posee dos elementos de patrimonio originales: una cueva y un canal de regadío. La Cueva de Cirac, catalogada Natura 2000, adornada con cavidades, concreciones y una colonia de ratapeneres, tiene un lugar importante en el Canto VI de «Canigó», de Jacint Verdaguer: el gran poeta catalán hace una descripción al estilo romántico, para celebrar el noviazgo entre los dos amantes Flordeneu y Gentil. En cuanto al «Rec de Bohera», es un gran canal de irrigación del siglo XIX, obra maestra de ingeniería de 42km entre Serdinya y Marqueixanes. Al término de Cirac, tiene una presencia importante, especialmente con el acueducto bastante elevado e imponente del Río mierda.

Origen del nombre: «Cirac» derivaría del nombre propio gal·loromà cerisiacu, y designaría una propiedad agrícola.

Taurinyà
«Claustro y capilla, mañana tendrá en la planilla de hacia Cuixà,
la de Eixalada bella imagen de San Miguel «. Canigó, Canto IX – Jacint Verdaguer

Poblet situado en una pequeña elevación a la izquierda de la pequeña llanura aluvial de la Litera, en las estribaciones septentrionales del macizo del Canigó. El casco antiguo es una pequeña agrupación de casas alrededor de la iglesia de San Fructuoso, que era posesión del mítico monasterio San Andrés de Eixalada, destruido por un aguacero en otoño 878.
Taurinyà ha convertido en los últimos decenios un centro de veraneo que recibió huéspedes ilustres, como dos grandes figuras de la cultura catalana: Jacint Verdaguer y Pau Casals. El primero, el poeta de la Renaixença catalana del siglo XIX, autor de la obra maestra «Canigó», dedicada «a los Catalanes de Francia», venía regularmente para hacer comidas con su amigo mosén Bonet en la Fuente de flagelos. El segundo, el violonchelista y humanista
mundialmente conocido, exiliado en Prada durante el franquismo, ensayaba con los más grandes solistas del mundo en una casa del pueblo, de un amigo suyo exiliado también, durante el festival de
música de Cuixà.

Origen del nombre: «Taurinyà» designaría los habitantes de una propiedad iberoromana, de cultivos y de fraguas, y proviene de taurinius, que deriva del nombre propio latín Taurius.

 

Vernet
«El Canigó es una magnolia inmensa que en un rebrote del Pirineo se abre». Canigó, Canto II – Jacint Verdaguer

En el sector septentrional del macizo del Canigó, el término comprende la parte media del valle de Cadí y la mayor parte del valle del río de San Vicente dominada por la pila del
Canigó (2.784 m). Los baños de Vernet, propiedad de un señor laico a partir del siglo XII, pertenecían, hacia el año 1000, en la abadía de San Martín del Canigó, hoy en día gran paraje cultural de la zona.
A partir de 1880, durante los locos años veinte y hasta la Primera Guerra Mundial, Vernet se convirtió en una estación termal moderna (hoteles, villas, un casino, un parque) y mucho
frecuentada por aristócratas y escritores de toda Europa, especialmente ingleses (la reina madre de Inglaterra, la princesa de Battenberg o Rudyard Kipling, que encontraba inspiración en
las tradiciones y las leyendas catalanas y en la mitología canigonenca). En 1940, un gran aguacero destruyó una tercera parte del balneario, que se ha ido reconstituyendo despacio.

Origen del nombre: «Vernet» deriva del latín vernetum, y designa en catalán un lugar plantado de alisos.