El Ripollès, ejemplo de turismo sostenible

Carta Europea de Turisme Sostenible

En El Ripollès, somos conscientes del valor incalculable de nuestro patrimonio y nos encanta que todo el mundo pueda disfrutarlo; que viva su historia en el Pirineo mientras respeta el territorio para garantizar su sostenibilidad. Por eso, cuando vengas, descubrirás un territorio certificado con la Carta Europea del Turismo Sostenible (CETS) en el que vivirás una gran variedad de experiencias con la naturaleza en su máximo esplendor, con nieve y esquí en invierno y un verdor exuberante en primavera. Pueblos y calles auténticos, tierra de payeses y buenos alimentos, gastronomía y comercio local con mucha vida, todo ello impregnado de un valioso legado histórico.

En El Ripollès, el patrimonio es su gente, su naturaleza y unos atributos culturales que confieren personalidad al territorio. Una comarca en la que disfrutarás de la tan preciada tranquilidad, del merecido descanso, y que está regulada por distintas figuras de protección ambiental. El máximo exponente es el Parque Natural de las Capçaleres del Ter i del Freser, declarado en el año 2015, que pone en valor la ganadería, uno de los valores de la comarca, y que cuenta con un escenario extraordinario para su desarrollo, con picos tan destacados como el Puigmal, el Bastiments, el Balandrau, el Noucreus, el Noufonts, el Costabona

En 2019, el parque natural recibió la certificación CETS, ampliándose así el compromiso por el turismo sostenible a toda la comarca de El Ripollès. Esta distinción dota al territorio de una estrategia de turismo sostenible consensuada con los agentes de la comarca que tiene por objeto lograr la mejora continua del desarrollo de la actividad turística, los espacios naturales y el conjunto de los agentes que viven y trabajan en el territorio. Es la garantía de nuestro compromiso de llevar a cabo actividades turísticas que respeten el medioambiente.

La CETS surge de la idea de compatibilizar el uso público del parque natural con la conservación del medio y sus recursos, minimizando los posibles impactos negativos del turismo y contribuyendo, al mismo tiempo, al desarrollo socioeconómico local que genera la actividad turística. Y esto también lo tienen muy claro las empresas turísticas que operan en el territorio, que te ofrecen un abanico infinito de actividades para que disfrutes, mientras velan por los valores del parque natural y la mejora continua de la gestión sostenible de las actividades.

¡Gracias a todos por ayudarnos a hacer de El Ripollès un ejemplo de turismo sostenible!


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