Can Cibat es una antigua masía del s. XVIII situada en Rocabruna. La casa se encuentra a unos 200 metros de la carretera que lleva a Beget, en un punto elevado desde donde se puede ver la iglesia románica de Sant Feliu (s. XII) y los vestigios de la ruinas castillo de Rocabruna, así como unas buenas vistas de las montañas que rodean el pueblo.

Otros atractivos cercanos son la mina de las Ferreres o el camino de la Retirada de Molló en Prats de Molló.

La masía consta de cuatro apartamentos, tres en la casa principal y un cuarto en el antiguo pajar, con una capacidad para 2 o 4 personas por apartamento.

El espacio ha sido reformado y decorado respetando el carácter rústico de la casa pero con todos los detalles necesarios para que la estancia sea lo más acogedora, romántica y confortable, en contacto muy cercano con la naturaleza del Ripollès.

La casa y el entorno favorecen el aislamiento y la desconexión, si es eso lo que se busca, sin estar alejados de las principales atracciones turísticas de la comarca.

No se admiten mascotas.